Me ha vuelto a pasar. Tenía súper clara una idea en la que ya estaba trabajando y se me ha cruzado otra historia que he tenido que empezar.
Como la mayoría de escritores, tengo una libreta en la que apunto ideas para tirar de ellas en los momentos de bloqueo y falta de inspiración, pero desde hace unos días, una de esas historias ha cobrado fuerza.
Ya me ocurrió con mis dos últimas novelas, de hecho, ha sido el motivo de que haya tardado tanto en terminar «Sigo soñando contigo». Iba alternando una y otra, pero «El primero de un millón de besos» me absorbía tanto que dejé la otra a un lado.
Al principio pensé que no saldría bien, pero tenía ambas historias tan claras y los personajes tan definidos, que en ningún momento dudé si un comentario era hecho por un personaje u otro.
La historia con la que estoy ahora, ya la empecé antes de terminar «Sigo soñando contigo» y a día de hoy llevo escritas unas cien páginas. Estoy entusiasmada con ella, pero eso no ha podido evitar que empiece a plantear escenas y personajes de otra. Aún no he escrito ni una sola palabra, pero estoy segura de que lo haré en unos días.
A ver qué pasa…
¡Buen fin de semana!